sábado, 16 de marzo de 2024

Nuestros Ancestros personales


Oyire Abure:

Mis mejores deseos para quienes dediquen unos minutos para leer estas letras, pues les aportan información positiva. 
Hoy hablamos de la influencia de la herencia espiritual en los seres humanos.
Según he aprendido recientemente, estoy en la 3era etapa de los odus de Ifá, que está comprendida entre los 56 y 84 años. Es cuando el ser humano se dedica a la búsqueda de la espiritualidad.
Y ciertamente muchos son mis análisis diarios sobre la influencia espiritual, emocional y racional que recibo de mis ancestros.
Abuelas y abuelos suelen ser quienes más influyen en lo personal, emocional y racional, pero en lo espiritual parece que influyen muchos otros factores. Algunos días me despierto con el recuerdo de canciones que cantaba mi padre en casa.
Días atrás estuve mirando fotos y documentos familiares que me dió la mayor de mis hermanas en nuestro más reciente encuentro, y, automáticamente vinieron a mi mente vivencias y sentimientos de mis años en mi natal Guanabacoa, cuando experimentaba el mismo dolor, la rabia y la pasión de mis ancestros, a pesar de no haber experimentado sus sufrimientos.
Canciones como Baró (Gilberto Valdés), Old Man River (Jerome Kern - Oscar Hammerstein II) y Nobody Knows (Brown Charles Mose) interpretados por mi padre, en nuestra casa, casi a diario; dejaron en mí una enorme huella, que ha regresado sólo por mirar esas fotos y el documento del programa que interpreté en mi concierto de graduación en el ISA, en 1991.
Me quedé sorprendido al notar el efecto que me provocaba y busqué las interpretaciones de esos temas.
Escuchar  Old Man River y Nobody Knows en la voz del afroamericano Paul Robeson, me provocó una emoción muy similar a la que experimentaba cuando  las cantaba mi padre en casa, y de lo que, lamentablemente, no tengo grabaciones. Deduje por tanto que el sentimiento era provocado por la comunión de raza, sufrimiento y vivencias.
La historia terrenal del ser humano muestra que aunque el llamado desarrollo crece cada vez más, las formas iniciales de la vida, como la esclavitud, la emigración y la discriminación han cambiado muy poco y han dejado de ser motivo de interés para la sociedad.  Tanto es así que hoy se preocupan más de los animales llamados mascotas y están buscando formas para sustituir el consumo animal.
Espero que los poderes naturales provoquen un cambio suficiente para que el ser humano revise las formas de vida y consiga suavizar, hasta minimizar, los traumas provocados por la herencia espiritual de quienes sufren a día de hoy graves situaciones para sobrevivir. Me refiero a la esclavitud, real o solapada, y otras tantas existentes. Y sea el comienzo de un nuevo proceso, ese cambio lleve años y mucho trabajo para lograr reorganizar el orden espiritual de quienes sufren por herencia y transmiten el sufrimiento a su descendencia.
Y hasta aquí por esta vez.
Maferefun Eshu

Mo foribale Ifá Orisa. 

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