domingo, 5 de noviembre de 2017

Nuestra herencia lukumí

Iború boya, abures.
Mis mejores deseos para quienes reciban, lean, entiendan y divulguen estas letras. Creo sinceramente que aportarán importante información.

Hoy hablamos de nuestro legado lukumí.
Como ven, mi saludo de hoy difiere del Aború Aboye que usaba habitualmente. El motivo es haber encontrado en el Diccionario Lucumi, de Lidia Cabrera, que los Lucumíes en Cuba el saludo que le dirigían al Babalawo, es Iború boyá , y que abure en lucumi, es como aburo en yoruba. Según he visto, es una lengua que hablan más de 20 millones de personas. Aún no encontré el sinónimo de Egbon, hermano mayor, por eso no lo usaré hoy.
Wikipedia define lucumí como:  Una versión cubana criollizada de la retención del lenguaje Yoruba cuyo único uso es como lenguaje litúrgico de la Santería (Religión Lucumí / Regla de Ocha).
Formo parte de los afrocubanos, que por herencia espiritual, hemos sido iniciados en las religiones africanas que nos legaron nuestros ancestros, con sus inevitables innovaciones por su status de esclavos y por el entorno natural, para poder darle continuidad a sus creencias.
Este análisis sólo va dirigido a Ifá Orisa, por ser la cuenta con más seguidores.
Según se ha puesto de manifiesto, a día de hoy, el mayor problema que tenemos es el desconocimiento de la lengua que usamos.
Nuestros ancestros actuaban a escondidas por desconfianza y temor a que se divulgaran sus costumbres. Eso motivó que sólo enseñaran el significado de lo que hacían y decían, a su entorno más intimo, quizás con la promesa de mantener el secreto.
Como resultado de ese proceder, los seguidores e iniciados que intentan aprender, preguntando a sus mayores o guias el significado de lo que dicen, reciben malas respuestas y son mal vistos por su familia religiosa.
Eso provoca que los rezos y cantos se aprendan de memoria, por repetición, y sin saber lo que se está diciendo.
El desconocimiento ha crecido, en la misma medida en que se expanden los seguidores, que hoy se cuentan por miles en muchos países.
Muchos extranjeros que viajan a Cuba a iniciarse en Ifá Orisa, se sorprenden y molestan al ser llevados a la Iglesia católica como primer paso del ceremonial, debido a que no siguen esa creencia y nunca van a la iglesia en sus países.
Las actuaciones que llevan a sus entornos, donde surgen nuevos seguidores, provoca que cada vez se tergiverse y complique más entender esta filosofía, que es anterior a la religión católica, y que por tanto puede y debe liberarse del nombre de Santería, que define una dependencia de la religión católica, que no es real desde que terminó la esclavitud, aunque parece que aún permanece en el plano mental.
Para lograrlo es imprescindible poder demostrar la independencia filosófica y conceptual de lo que es Ifá Orisa.
Cada día se torna más imprescindible que los babalawos, iyaloshas y babaloshas comprendamos la importancia de saber lo que dicimos en cada momento. Es ineludible informarse sobre la lengua lucumi, que como bien dicen, es el yoruba que se habla en Cuba, con el objetivo de salvar lo que nos legaron.
Sirve de mucha ayuda dedicar un tiempo a revisar un diccionario lucumi, mientras más antiguo mejor, lo digo por experiencia, pues permite transportarse a aquellos tiempos y conseguir entender todo aquello, incluso para poder cambiar algunas palabras y conceptos, cuando los tiempos actuales lo demanden. Entiéndase situaciones como violencia de género, poligamia, homofobia, etc.
Algunos ejemplos ilustrativos de lo dicho son estas frases:
Iború boyá.- Palabra que le dice el Babalawo deseándole salud, prosperidad o triunfo, al ponerle la mano en el hombro a un menor en categoría que le saluda. Saludo que se le dirige al Babalawo.
Ibo Sisé.- Camina a trabajar.
Oburú boyá.- Se dice para saludar a los que tienen media mano de Orula.
Iré iyékayó.- Suerte que dimana de un canto. (Adivinación).
Iré iyé ku.- Buena fortuna que se obtendrá por medio de un muerto.
Iré lowó aburo.- Suerte que se obtendrá por un hermano o pariente.
Iré achegún otá.- Suerte para vencer al enemigo.
Iré ochagún otá.- Suerte que nos viene por la piedra de un padrino.
Wanto lo kun (uantolokún).- El mar, cerca del mar. La orilla del mar.
Iré dédé guantó lo kún.- Suerte y grandeza.
Fetila toke.- Que sea bueno, que todo siempre te vaya bien, palabras que dice el Babalawo o la Iyalocha al que hace ebbó.
Obé bara.- Cuchillo que mata.
Ochíwere.- Loco.
Oyúbona.- Madrina segunda de asiento. Asistente de la iyalosha. Cuida a todas horas del iyawó.
Este término se aplica a hombres y mujeres en los asiento de Osha e iniciación en Ifá, pues es la persona que guía en el camino.

Y hasta aquí por esta vez, seguimos divulgando para crecer.
Mo foribale Ifá Orisha.

Okanbí