sábado, 17 de enero de 2015

Cosas de nuestra tierra

Mis mejores deseos para quienes lean estas letras y luego disfruten del video que le acompaña.
A muchos, como a mi, la emoción les embargará.

Hablamos de sentimientos, de herencias, de fraternidad.

El ñañiguismo o Abakuá

De niño me contaba mi abuela que Juan Bautista Contreras fue el nombre que pusieron los conquistadores a mi tatarabuelo, un negro con dientes afilados, que logró escapar del barco negrero nada más llegar al puerto. Por tanto, nunca fue esclavo, ni cimarrón.
Se movía en los barrios de Guanabacoa y llevaba en sus bolsillos un extraño instrumento que, según parece, le avisaba cuando se acercaba la policía, de la que huía rápidamente.
Años después supe que los hombres con los dientes afilados eran indomables y guerreros, y que los esclavistas evitaban tenerlos en sus dotaciones. Procedían del Calabar nigeriano, territorio Abakuá.
Los esclavos provenientes de la región nigeriana del Calabar, y su conocida Sociedad Secreta Abakuá o de los Ñáñigos han brindado los más importantes aportes a la cultura popular cubana.
Los Ñáñigos, como toda sociedad secreta, surgen para establecer un orden donde no existe.
Es en este sentido como debemos interpretar el código ético en que se basan, piedra angular para su membresía, pues ellos procuraron y, en buena medida consiguieron, organizar a amplios sectores populares a los cuales el orden y los principios morales de las clases dominantes les eran ajenos.
Estos conceptos son:
Ser hombre. Ser buen hijo (Honrar a los padres) y consecuentemente, buen padre.
Ayudar desinteresadamente a sus hermanos o ekobios.
No cometer adulterio con la mujer de un ekobio o hermano de religión.
Resulta inobjetable que el enorme impacto popular que significó el acatamiento de las normas ñáñigas, a la par de contribuir a una organización en la vida de las capas más desposeídas, fue arraigando valores devenidos posteriormente en insustituibles dentro del concepto de la cubanidad.
El ñañiguismo tuvo su origen en el año 1832, cuando el cabildo habanero de los negros Carabalí Apapá Efik inició en sus cultos y secretos a un grupo de criollos, muchos de ellos esclavos o sirvientes de familias adineradas en el barrio capitalino de Belén. Aunque el nombre del primer juego, potencia o agrupación ñáñiga fue Acuabutón, muy pronto fueron conocidos por Los belenistas.
El carácter popular de estas agrupaciones exclusivas para hombres, que a diferencia de los cabildos de africanos, permitía la asociación entre negros de diferentes orígenes étnicos y su utilidad mutualista, hizo multiplicar rápidamente a las potencias ñáñigas y ya en el año 1840 existían más de 40 de esos grupos en la capital del país.
El 24 de diciembre de 1862 el cabildo de los Carabalí Bríkamos Niño de Jesús de Matanzas inicia a un grupo de negros criollos de la ciudad yumurina en el abakuá, el cual toma el nombre de Biabanga , dando comienzo al ñañiguismo matancero, el más prestigioso de Cuba.
El 24 de diciembre de 1863 en La Habana, Andrés de los Dolores Petit, uno de los jefes del capitalino juego Bakokó Efo, da entrada a los blancos en la sociedad ñáñiga, convirtiendo de esa manera a la entidad en la primera asociación integracionista popular que existió en la isla , contraviniendo el segregacionismo en todas las leyes coloniales.
Tanto en La Habana como en Matanzas, algunas potencias alcanzaron características gremiales vinculadas específicamente a los trabajos de estibas en los puertos, los torcedores de tabaco y los zapateros,  aunque fueron penetradas muchas veces por los intereses de las clases dominantes, utilizándolas como instrumentos de explotación y represión en ambas ciudades.
No obstante y pese a limitarse la presencia ñáñiga a los barrios habaneros de Regla, Guanabacoa, Habana Vieja, Centro Habana, Cerro y Marianao; así como a Matanzas y Cárdenas, la incidencia de los abakuá en lo cubano es muy amplia…….
Ah! Y en este caso 3 de los tataranietos también salimos ratoneros!




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