Aboru Aboye!
Mis mejores deseos para quienes lean estas lineas y las transmitan a su entorno pues ayudarán a mantener actualizada nuestra cultura.
Hace
unos días una paisana me preguntó lo que
era un cabildo.
Al
conocer las circunstancias que motivaron su pregunta y el compromiso que asumió, me pareció conveniente escribir
sobre ello, aportando mi criterio personal.
Hoy se
cumplen 21 años de que orisa alagbatori joko leri
mi y lo considero un buen momento para hablar del Cabildo de Nación.
Soy
natural de Guanabacoa, un pueblo que ha sido
llamado embrujado, quizás por ser uno de los que aglutinó a los negros esclavos
africanos.
De modo
que era normal y habitual en mi época, tener familiares y amigos descendientes
y conocedores de los temas que sufrieron y enfrentaron los esclavos, es por eso
que mi punto de vista puede tener diferencias con lo que se ha publicado al
respecto.
El Cabildo,
según lo veo, fue el resultado de la aplicación de las experiencias de los
esclavistas para evitar que los esclavos pudieran
rebelarse, y para eso mezclaron hombres y mujeres de diferentes etnias y
status, lo que en el caso africano significa diferentes lenguas, costumbres y
credos; de modo que la comunicación entre ellos era muy dificil, y las luchas
internas para conseguir la supremacía dieron lugar a ciertas costumbres y
características que hoy se consideran parte de la personalidad
de los afrocubanos, afroamericanos, afrocolombianos, afrobrasileros y un
largo etcétera. Hay que destacar que esas
características promueven la desunión, la desconfianza, la envidia, y
otro largo etcétera. Hay estudios que sustentan este criterio.
Todos
estos etcéteras dañaron el desarrollo individual de esas culturas, y su
incorporación balanceada en una cultura nacional. De modo que, al menos en el
caso de Cuba, unas partes dominaron a las otras y hoy tenemos una amalgama de
lenguas y credos que es muy dificil para descifrar.
Sin
detallar otros aspectos importantes para no agobiar a mi paisana, digamos que un
Cabildo en nuestros días, deberá tener muy
bien definido sus objetivos, el primero de los cuales es la ayuda entre sus
miembros; una lengua común, una linea aceptada por todos, y no menospreciar los
criterios ni costumbres de quienes lo forman.
Este,
reitero, es mi criterio personal, a partir de lo que me enseñaron y
transmitieron mis mayores.
Y hasta
aquí por hoy egbón ati aburos.
Mo juba bogbo
arugbo mi!
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