martes, 17 de junio de 2014

Nuevos datos

Aboru Aboye!
Mis mejores deseos para quienes lean estas letras, mi objetivo es que sean de interés.

Hoy hablamos nuevamente de Esu y Elegba, con el objetivo de seguir aportando detalles que permitan ubicarles, junto al resto de los Orisas, en el lugar que les pertenece.



En los años 50 del siglo pasado, importantes investigadores como Fernando Ortiz y Natalia Bolívar realizaron una encomiable labor para dar a conocer las raices religiosas de los distintas etnias de los esclavos afrocubanos.
En aquellos años, de todos es sabido, que no existía otra información a, que la que los descendientes de los esclavos africanos aportaban a los investigadores.
Los Orisas en Cuba, de Natalia Bolívar, es sin dudas, uno de los más importantes aportes, y en él encontramos algunos aspectos de Elegba. Veamos:

Elegbá
Es el primero a la entrada de la casa. 
Es el primero del grupo de los guerreros...... 
Se le saluda y come antes que los demás Orisà.
Orisà mayor. Tiene las llaves del destino, abre y cierra la puerta a la desgracia o a la felicidad. Simboliza el azar y la muerte. Portero del monte y la sabana. 
Ganó con Olofin, Obatalá y Orula suficientes privilegios para ser el primero. 
Ningún Orisà le antecede por que el mismo Olofin dijo: "Serás el más grande en la tierra y en el cielo, y sin contar contigo nunca será posible hacer nada."

Pero debemos tener en cuenta que sobre todos los informantes, pesaba el santoral católico impuesto a sus mayores;  y los investigadores no tenían otra referencia religiosa con la que confrontar la información que recibían.
Muchos años después se han conocido nuevos detalles de Ifá Orisa, tanto por africanos que estudiaron en las universidades inglesas, como por las vivencias de misioneros que desarrollaron y desarrollan en África su labor. Gracias a ellos, y a pesar del adoctrinamiento que provocan a los africanos,  la tradición oral de tanto tiempo, ha dejado un espacio a la escrita, que facilita un analisis como este.
Así hemos encontrado libros como Afolabia, Las 16 Esencias Básicas, y muchos otros; que aportan detalles de una profundidad suficiente para que los seguidores de Ifá Orisa, en la diaspora, podamos independizar nuestra práctica, sin detrimento de su eficacia.
Veamos lo que se dice de Ésù (Eshu).


Ésù
Se cree que durante la creación, Ólódùmaré usaba un comando, conocido como "Ase" para lograr su cometido. La réplica de este Asè conocida como "Adó Ìsubi-Ìsure" es dado a Ésú-Ódárá. Es este Ase el que Esú continua usando hasta hoy y lo seguirá haciendo hasta la eternidad. 
La importancia de este Adó Isubi-lsure es que si alguien desea hacer algo, bueno o malo; no lo puede lograr, sin la aprobación de Ésú-Ódárá. 
Es por eso que alguna gente tiene la creencia errónea de que Ésú-Ódárá es el opositor, Satán. Esto esta lejos de ser verdad. El hecho es que los seres humanos sólo somos criaturas creadas por Ólódùmaré a las que se le da la oportunidad de usar su discreción. Es esta discreción, para elegir entre el bien y el mal, en lo que se debe basar el juicio de todos los seres humanos. Es también con esta discreción que los seres humanos serán iniciados antes de que Ésú de su aprobación. En consecuencia,  los seres humanos no son "presionados" a hacer nada, porque todos sus argumentos y acciones han sido previamente deliberados.
Ésú es el intermediario entre Ólódùmaré y los seres humanos, y el intermediario entre los seres humanos y los Irúnmolé y los Orisá.
No existe ningún Irúnmolé u Orisá sin la compañía de Ésú. 
Se sabe que Órúnmilá es su mejor amigo. Además, Ésú es el Irúnmolé que lleva todos los sacrificios para el propósito que sean, al lugar indicado. Es por eso que Ésú es indispensable para las actividades diarias de los humanos  y de los Orisá.
Ésú es un líder y aborrece ser relegado al final. Es por eso que la capilla de Ésú siempre se coloca frente a los Irúnmolé y a los Orisá o enfrente de una casa, nunca atrás.

Todos los detalles destacados en azul demuestran que Ésú es el primero para todo y como tal debemos saludarle, celebrarle y reverenciarle.
Desde el 1 de cada enero, en que  comienza un nuevo año en nuestro calendario, hasta el 13 de junio (día del niño de atocha) de su celebración mayoritaria, transcurren 164 días.
Permite eso Ésú, o incluso su acepción afrocubana de Elegbá?
No es más lógico celebrarlo y reverenciarle en 1 de enero de cada año para propiciar que todo vaya bien? No es en esas fechas cuando hacemos el ebbó de cada año obtenido de la ceremonia de Ifá el 31 de diciembre?

Pienso que hay información para que cada cual analice y tome su decisión. 

Y hasta aquí por hoy egbón ati aburos

Mo foribale Ifá Orisa
Okanbi


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