domingo, 18 de mayo de 2014
Fé ati Alãfia
Aboru Aboye!
Mis mejores deseos para quienes lean estas letras!
Agradezco los comentarios de quienes leen estos criterios personales, pues me impulsan a seguir en la brecha. Mo dupe!! Muchas gracias!
Hoy hablamos de sentimientos humanos de nivel superior; hablo de la felicidad y la paz.
En los libros de filosofía yoruba que he leído, me sorprendió no encontrar referencias a esos sentimientos; aunque su lectura me sugirió que fueron traducidos o influidos por sacerdotes y seguidores del cristianismo.
Pero el contenido del Manual del Oriate de N. Angarica, en cuanto al estado de ánimo de los esclavos africanos, puede tener la explicación.
El asunto es que hoy en día, cuando la humanidad está en trance casi total, y en fase obligada de cambio, es importante el uso de estos principios, en las palabras que los seguidores de Ifá Orisa debemos usar en nuestros deseos y rezos.
Alãfia – paz, salud, felicidad, gozo.
Fé - amar, querer, desear, cortejar, galantear, aprobar…..
Lo común es pedir larga vida, bienestar (trabajo y dinero), vencimiento de las dificultades; pero…¿ y la felicidad y el amor?
Ifá enseña que la felicidad no está vinculada directamente con el dinero y el “bienestar” que posea la persona. Está más relacionada con la pareja adecuada, los hijos y la familia, en un entorno cercano.
Hoy, millones de personas han emigrado de su tierra natal, no tienen trabajo estable, ni el supuesto bienestar futuro que eso implica; hay incomunicación familiar por la dispersión geográfica y por ello se hace muy necesario tener en cuenta estas palabras, y los sentimientos que definen. Quienes tienen la inmensa dicha de estar junto a su familia creada, poseen una fuerza y capacidad mayor para luchar por la vida, esa felicidad.
Hace 2 días mi madre cumplió sus 89 años. Su odu de isefa es Ogunda Ika, que habla de violencia verbal en la vida de la persona, superable mediante el poder expresado en la fe de los rezos. Sufre demencia senil y pérdida casi total de la audición. De modo que cuando le hablan, generalmente no oye; y en ocasiones, no sabe quien le habla o de lo que le hablan.
Sin embargo, se observa, por su aspecto físico actual, que ha sido capaz de adaptarse a la situación que sufre, y mantener su buen carácter. Esto hace suponer que sus rezos diarios le mantienen estable; y permite que los hijos que estamos lejos de ella, podamos tener, al menos, fe en que pasará el tiempo que le quede, en un estado de felicidad.
Quizás sea de imperativa necesidad traer de regreso alafia ati fe como detalles importantes en nuestras plegarias de Ifá Orisa.
Y hasta aquí por hoy, egbón ati aburos.
Mo foribale Ifá Orisa!
Okanbi.
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