Oyire, buen día.
Tras tiempo sin escritos, hoy quiero comentarles parte de mi opinión sobre lo que ahora llaman igualdad, y que durante muchos años llevan demandando las mujeres.
Quien dedica un poco de tiempo para conocer la filosofía de Ifá Orisa, por la que nos guiamos gran cantidad de quienes nacimos en los países influidos por la herencia de la esclavitud africana, aprende que fue imprescindible la presencia de una energía femenina que hiciera posible la creación.
Fue además, quien se sacrificó cuando fue necesario, para eliminar las guerras y propiciar la felicidad.
Tras leerlo, y analizarlo, consideré que esa energía tiene el nombre de Oshún. Sin embargo, soy afrocubano y seguidor de la filosofía Ifá Orisa, donde siguiendo los principios ancestrales, la mujer, debido a la cultura heredada, ocupa un segundo lugar. En los rezos que me enseñaron para las ceremonias, se nota que a Oshún no se le da el sitio debido y ocupa un lugar secundario. Hoy existen malas opiniones y muchas discrepancias sobre quienes han optado por consagrar a mujeres como sacerdotisas de Ifá. Soy un ferviente y tenaz defensor de preguntar a Orunmila los detalles que cada persona necesita saber para lograr lo mejor en su camino terrenal, porque considero que cada persona, independiente de su sexo, tiene derecho a obtener la respuesta de Ifá sobre su destino. De modo que las discrepancias pueden ser el resultado de no haber brindado ninguna información sobre los detalles que dio Orúnmila en esa consagración.
Mo foribale Ifá Orissa.
Ki Orunmila fun re bogbo Asé
