Aboru Aboye!
Mis mejores deseos para
quienes lean estas líneas!
El pasado domingo 14 de abril
fue publicado en la sección Ritmos del Caribe de la revista on line El
Portaluco, el escrito con el que comenzamos esta nueva etapa.
La noche del pasado miércoles
en tele 5, vimos en casa, como tantísima gente según parece, el estreno de El
Don de Alba. En mi caso, más que advertir su similitud con el serial
norteamericano Entre Fantasmas, pensé en los difíciles momentos que a diario
sufren muchas mujeres jóvenes, por la imposibilidad de canalizar adecuadamente
la utilidad personal y social de ese don, por el temor a ser tildadas de locas
o brujas por el entorno, ya sea por desconocimiento o por pura maldad.
Envié mensajes a algunas de
las que recientemente he aconsejado y todas estaban viendo el programa animadas
unas y esperanzadas todas. Luego me quedé pensando en una vivencia personal que
ilustra el presente.
Hace ya muchos años, en
Bilbao, asistí a una feria de muestras, donde había una representación plástica
de algo desconocido para mí. Se trataba de un macho cabrio, vestido con pantalón y camisa de colores negro y rojo,
y a su alrededor mujeres con atuendo de aldeanas.
Me explicaron que era un aquelarre, de las brujas vascas.
En el diccionario Encarta definen
aquelarre como: Junta o reunión nocturna de brujos y brujas,
con la supuesta intervención del demonio en figura de macho cabrío, para la
práctica de las artes de esta superstición.
En Ifá-Órisá
los colores rojo y negro simbolizan a Eshu, el dueño y creador de los avatares
de los seres humanos, motivo por el cual ha sido relacionado con el Demonio durante
mucho tiempo. Su alimento preferido es también el ownko o macho cabrio.
Pregunté en la feria lo que
había sido de los practicantes de aquellos ritos y me respondieron que habían
desaparecido después que sus practicantes fueran victimas de grandes
persecuciones policiales.
Sonreí ligeramente
preguntando, y toda la fuerza que se movía con sus ritos? Bueno…, ya se
manifestará, me respondí.
Algún tiempo después comencé
a atender un creciente número de jóvenes
mujeres con manifestaciones de desarreglos espirituales por mediumnidad
desatendida o mal atendida, en Vizcaya.
Puede que el don de Alba, con
sus enseñanzas, y las vivencias personales de los panelistas, facilite la
comprensión y el respeto social para esas jóvenes y eso les ayude a superar el
detrimento personal, psicológico y espiritual que entraña ocultar esa
capacidad, en el año que corre, para el que Ifá predijo que el camino abierto lleva a la claridad,
mediante la visión mística.
Si sucede, será beneficioso
para muchas personas.
Y hasta aquí por hoy egbón
ati aburos.
Seguimos divulgando para
aprender y mejorar.
Mo foribale Ifá Orisa!
Okanbi